Para Raúl Castro, queda una lucha “larga y diíicil”
TELAM – El presidente de Cuba, Raúl Castro, advirtió que será “larga y difícil la lucha” para que Estados Unidos decida levantar el bloqueo contra la isla, y dio por hecho que hará falta que continúen los reclamos internacionales y de la sociedad norteamericana en favor del fin de ese embargo.
“No debe pretenderse que para mejorar las relaciones con Estados Unidos, Cuba renuncie a las ideas por las que ha luchado durante mas de un siglo, por las que su pueblo ha derramado mucha sangre y ha corrido muchos riesgos”, señaló Castro.
El mandatario, que habló ante la Asamblea Nacional legislativa cubana, dio por hecho que el fin del bloque a la isla necesitará de la persistencia de los reclamos internacionales y de que siga creciendo la postura de la sociedad estadounidense en ese sentido.
Para Castro, la decisión de restablecer las relaciones con Estados Unidos -que ambos gobiernos anunciaron el miércoles- constituye un “paso importante”, pero “queda por resolver lo esencial”, que es el fin del embargo de más de 50 años. “El restablecimiento debe ser sin sombras a nuestra soberanía nacional”, evaluó.
Expresó por eso su esperanza de que su par Barack Obama “utilice con determinación prerrogativas ejecutivas para modificar sustancialmente el bloqueo en aquellos aspectos que no requieran la aprobación del Congreso”.
La política de embargo económico sobre Cuba está vigente formalmente desde 1962 -aunque antes ya había otro tipo de sanciones-, y fue elevada a rango de ley en 1996 con la norma conocida como Ley Helms-Burton, por lo que su derogación definitiva exige la ratificación del Congreso.
“Todos los datos indican que amplia mayoría de ciudadano norteamericanos quiere la normalización de los lazos bilaterales con Cuba”, afirmó Raúl Castro, que se manifestó consciente de las “virulentas críticas” que recibió Obama por su acercamiento a La Habana.
Según Castro, “tras décadas de confrontación, harán todo lo posible por sabotear este proceso sin descartar acciones provocativas”, pero su administración responderá con “una conducta prudente, moderada y reflexiva, aunque firme”.
Varios veces interrumpidos por los aplausos de los legisladores, Castro insistió luego con que Cuba no renunciará a su sistema socialista pese al acuerdo para restablecer relaciones diplomáticas con EEUU, aunque está dispuesta a discutir sobre todos los temas en “igualdad” y “reciprocidad”.
“De la misma forma que nunca nos hemos propuesto que los Estados Unidos cambie su sistema político, exigiremos respeto al nuestro”, advirtió, y pidió “comprender” que Cuba es un Estado soberano, cuyo pueblo decidió “en libre referendo” el rumbo socialista.
La sesión fue presenciada por los representantes quizás más simbólicos de la lucha ideológica entre La Habana y Washington: “Los Cinco” héroes que estuvieron varios años presos en EEUU acusados de espionaje y “el balserito” Elian, cuya madre murió en el 2000 en su intento por llegar a Miami.
Elian fue retenido por familiares en Miami, y logró volver a la isla para vivir con su padre recién después de una fuerte presión diplomática.
“¿Se acuerdan del pequeño Elián, de la lucha por Elián?”, preguntó Castro casi riendo. “Estamos orgullosos de él como el más chiquito de nuestros héroes”, subrayó, y le regaló al joven, ahora de 21 años, una pequeña condecoración que llevaba en la solapa como un “recuerdo”.
Aplaudían mientras “Los Cinco” integrantes de una red de inteligencia cubana, capturada y juzgada en EEUU en un proceso que varias organizaciones consideraron plagado de irregularidades, y que recién ahora volvieron a reunirse en La Habana, a donde dos ya habían regresado tras cumplir sus condenas.
En su discurso, Castro confirmó también su presencia en la próxima Cumbre de las Américas, que se hará en abril del 2015 en Panamá, y que marcará en los hechos el regreso de la isla al sistema interamericano.
“Confirmo que asistiré para expresar nuestras posiciones con sinceridad y respeto por todos los jefes de Estado y de Gobierno sin excepción”, dijo el presidente, que resaltó que la participación de Cuba en esa cumbre es resultado del “sólido y unánime consenso” de América Latina y el Caribe, región que según dijo, “vive una nueva época y se ha unido dentro de su diversidad” en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Agradeció al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, por esa invitación y destacó el “permanente reclamo y apoyo” de todos los países de la región para “la eliminación de aquellas viejas y odiosas sanciones a Cuba” que en 1962 estableció la OEA, levantadas en el 2012.
Castro también repasó algunos números de la economía de la isla, aunque la cuestión pasó a un segundo plano, ensombrecida por lo relativo a las nueva etapa de las relaciones con Washington.
Reconoció el presidente que en el 2014 hubo una suba del Producto Interno Bruto “inferior a lo planificado”, pero vaticinó que en el 2015 la isla “consolidará y reforzará un mayor desarrollo de la economía” al proyectarse un crecimiento del PIB de aproximadamente un 4 %.
“Ello no quiere decir que resultará fácil ni mucho menos. Debemos seguir enfrentando la crisis global y el bloqueo norteamericano que se mantienen en pie negando incontables recursos a nuestra economía”, expuso.
Castro reconoció que “la economía es la principal asignatura pendiente” en Cuba “y tenemos el deber de encaminarla hacia el desarrollo irreversible del socialismo”.
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