terça-feira, 9 de setembro de 2014

EL EMIRATO ISLAMICO DEL BRASIL




 

El imperialismo estadounidense, industria cultural y Marina Silva

 



 

18. Una humanidad confesional nos pone a todos en un mismo paquete terrícola para ser manipulado, burlado, parodiado. Fuerzas religiosas cristianas y sus atomizaciones católicas, evangélicas, ortodoxas. Fuerzas religiosas islámicas y sus atomizaciones chiítas, sunitas, salafistas, yihadistas, wabistas; fuerzas étnicas y sus atomizaciones negras, blancas, indígenas, amarillas. Fuerzas confesadas de género y sus atomizaciones heterosexuales, homoeróticas, travestistas, transexuales. Fuerzas sapienciales y sus atomizaciones académicas. Fuerzas confesadas de derecha y de izquierda y sus atomizaciones liberales, neoliberales, social-demócratas, maoístas, leninistas, trotskistas; fuerzas geopolíticas y sus atomizaciones occidentales, orientales, metropolitanas, periféricas, nacionales, energéticas. Fuerzas. Fuerzas. Fuerzas. Atomizaciones. Fisuras. Bombas atómicas humanas. Aquí está el conspirado/conspirando mundo de hoy.

19. El conspirado mundo en que vivimos es, por tanto, confesional. Por esto mismo, religioso. El fundamentalismo, desde este punto de vista, no es la excepción sino la regla general del estado de sitio de la civilización burguesa bajo el signo del imperialismo cosmológico gringo que decreta la siguiente indefinida consigna para las fuerzas del planeta: ¡Sean libres confesando su marca de Caín! ¡Básense religiosamente por la naturaleza de las fuerzas de la Tierra, creyendo en ellas como fuerzas esenciales de la naturaleza!

20. El dinero, como abstracción monetaria, nada más es, desde este punto de vista, que la auto-valorización del valor de las fuerzas de la Tierra. Bajo su dimensión imperial dolorificada se transforma en dios del altar de la civilización burguesa, convocando a las fuerzas de la Tierra a la reivindicación fundamentalística porque solo así serán fieles a él. Solo así serán fieles al petrodólar porque solo así estarán respaldados, como flujos callejeros y metamórficos de las grietas atómicas de las fuerzas de la Tierra, su abstracción trascendental.

21. Es bajo este punto de vista que es posible afirmar que Marina Silva, candidata a la presidencia del Brasil por el PSB, representa al Estado Islámico de las y en las fuerzas fundamentalistas de la Tierra, bajo el dominio planetario del imperialismo yanqui. Ella es un lastre religioso agrietado y combinado de fuerzas étnicas, por ser negra; de fuerzas de género, por ser mujer; de fuerzas religiosas, como evangélica de la Asamblea de Dios; de fuerzas ecológicas, como antigua cauchera de la selva amazónica, más allá de las fuerzas populares del Partido de los Trabajadores (PT), por haber sido una de sus fundadoras y ministra del Medio Ambiente del Gobierno Lula da Silva.

 

22. Marina Silva fue capturada y cooptada por el imperialismo yanqui cosmológico que sabía identificar en las atómicas fuerzas fundamentalistas aptas para ser meticulosamente combinadas, con el objetivo de aplicar un golpe de estado en la mínima posibilidad de un Brasil independiente de sus garras.

23. Ella cumple, pues, la misma suerte del Emirato Islámico: una función geopolítica y energética con el objetivo de contraponerse y combatir a las fuerzas liberadoras pero laicas efectivamente resistentes a la dominación planetaria del imperialismo gringo, como las fuerzas geopolíticas del BRICS. También está al servicio del retorno de Brasil al orden neoliberal de los años 90, que imperó en toda América Latina, a través de la obediencia canina al trípode económico neoliberal: altas tasas de interés, superávit primario y cambio sobrevaluado.

24. No es casual que el mayor banco privado de Brasil, el Itaú, la orquestara, agrietando y manipulando sus atómicos trazos terrícolas. Y de banco en banco, se llega a Wall Street y su deseo de volver a presentar al conjunto de América Latina, principalmente a los países más rebeldes, Venezuela y Cuba, usando las fuerzas industriales, poblacionales, territoriales, financieras y oligárquicas brasileñas, como modelo de realización para la sumisión al imperialismo yanqui, incluso e igual principalmente como modelo de realización fundamentalista a ser usado contra la construcción de un mundo multipolar.

25. Contra Rusia y China, por lo tanto.

26. Es por esto y mucho más que tenemos todos los motivos del mundo para sospechar del supuesto accidente de avión que llevó a la muerte al entonces candidato a la Presidencia de Brasil, Eduardo Campos, en la placa del PSB. De todas las posibilidades, el accidente de avión que lo mató, así como otras seis personas que estaban a bordo, la menos factible, aunque probable, es la que nos quieren hacer creer: fue una tragedia accidental. Como vice de Eduardo Campos, Marina Silva tomó su lugar en un contexto de mediática catarsis nacional, meticulosamente USAda y abUSAda por la red TV Globo y por los demás canales de televisión, sin contar la prensa escrita ni la radiofónica.

27. Todo orquestado a priori o a posteriori para alzarla como candidata con oportunidades reales de ganar la próxima elección presidencial en el Brasil. Si eso no es conspiración mediático/imperialista, ninguna otra cosa lo es.

28. La posibilidad de un sabotaje es teoría de la conspiración de cara a una realidad a priori conspirada. Descalificarla como insensata y paranoica es no ser capaz de análisis mínimo en relación con la orquestada realidad maniatada por el imperialismo cosmológico gringo, intrínsecamente establecido a partir de la indiscernibilidad entre el conocimiento y el poder, entre la tecnociencia y el capital, teniendo en cuenta el uso bélico de las posibilidades científicas engendradas por las revoluciones atómicas, bio-electrónicas, robóticas, bio-informáticas, así como de la bio-ingeniería, de la nanotecnología y de las tecnologías de la comunicación —revoluciones que marcan y demarcan la era del imperialismo cosmológico, en proceso.

29. La industria cultural planetaria, cada vez más cosmológicamente potencializada por todas las revoluciones tecno-científicas mencionadas, bajo el dominio del imperialismo estadounidense, es el escenario a partir del cual toda la humanidad se vuelve una parodia de sí misma —su propia farsa regresiva. Sin cesar, ella nos edita y re-edita paródicamente, a través de artefactos culturales como telenovelas, filmes, dramas teatrales, diseños, enredos literarios, diversos géneros musicales, danzas, programas de entrevistas, enlatados (des)informativos, entre otros.

30. Bajo el dominio del imperialismo cosmológico gringo, la industria cultural transforma las fuerzas de la Tierra en una regresiva farsa de sí misma, a través de la producción sinfín de artefactos culturales confesados, fundamentalistas. Ella es una poderosa tecnología de confesión que confina a las fuerzas de la Tierra al gueto sin salida de la naturaleza vivida como creacionismo, condenándonos al que hay: la civilización burguesa bajo el dominio planetario del capital estadounidense.

31. Marina Silva es la versión brasileña del Emirato Islámico. Cupo y cabe al creacionismo de la y en la industria cultural pretender elegirla en nombre del Dios dólar del cosmológico imperialismo estadounidense.

32. No tomar a la industria cultural en serio, riendo no de la burla que ella hace de nosotros mismos sino de la tragedia de su dominio oligárquico, es la salida revolucionaria.

33. Para ello, es necesario que nuestras fuerzas terrícolas se vuelvan cosmológicas fuerzas no fundamentalistas; fuerzas no limitadas por el estado de excepción de la civilización burguesa y que por tanto ríen, cacarean, de las burlas mediáticas del imperialismo gringo.

34. Pronto de nuevo la vieja patraña de Marina Silva. El estado islámico de Brasil y en Brasil.

35. ¿Cortará nuestras cabezas [como cualquier Antonio das Mortes de la dictadura: Nota del Trad.]?

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